Es una de las partes fundamentales del coche para asegurar el movimiento, aumentando o disminuyendo las revoluciones. Tiene tres misiones. La primera es lograr que las ruedas obtengan el par motor suficiente para poner en movimiento el vehículo cuando está parado. La segunda es invertir el sentido de las ruedas para lograr la marcha atrás y por último desacoplar el motor de la transmisión para dejar el automóvil en reposo o punto muerto. Para lograr estas acciones, la caja de cambios reduce el número de revoluciones del motor, según el par necesario además de invertir el sentido de giro en las ruedas, cuando las necesidades de la marcha así lo requieren.